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jueves, 23 de septiembre de 2010

ESCAMOSOS SÁURIOS


REPTILES:

Los reptiles son vertebrados de temperatura interna variable, algo superior a la del ambiente, con respiración siempre pulmonar. No sufren metamorfosis alguna carecen de glándulas cutáneas, presentando un revestimiento externo de piel coriácea. Su aspecto externo es muy variable. La cabeza está bien desarrollada, con forma ovaloide y a veces triangular.
El cuello está bien determinado en unas especies; en otras se confunde con la base de la cabeza y el principio del cuerpo, y es generalmente corto e imóvil, largo y flexible. Los ojos suelen ser pequeños, aunque esta característica no se da siempre. Aparte los camaleones, que mueven los ojos en todas direcciones e independientemente el uno del otro, los de los demás reptiles son casi fijos. Faltos de párpados, la mayoría tienen los ojos recubiertos y protegidos con una membrana lenticular transparente. La pupila se reviste de formas muy variadas, pues puede ser redonda, vertical lisa, vertical denticulada y más o menos elíptica. El oído es poco perfecto: la parte externa falta.
La lengua de estos animales es filiforme, larga y protáctil (serpientes); camosa, unida con el fondo de la boca en toda su extensión (cocodrilos); corta y gorda, carnosa (tortugas), e incluso existen muchas formas intermedias. Todos ellos poseen dientes, excepto las tortugas, cuyas mandíbulas están recubiertas con placas óseas cortantes; los dientes de los cocodrilos forman una hilera regular. Rara vez esos dientes son masticadores; sirven especialmente para retener la presa durante la deglución.
Los reptiles suelen moverse con lentitud. Unos se arrastran por el suelo mediante una serie de movimientos laterales y trepan por los árboles enroscando en ellos su cuerpo, como las serpientes, o ayudándose con las uñas curvas y afiladas, como hacen algunos lagartos, e incluso sirviéndose de la cola prensil, como los camaleones. Algunos reptiles, nadan; otros corren, y algunos efectúan vuelos ayudados por membranas adecuadas.
La piel de los reptiles es interesante, pues adopta una gran variedad de aspectos. Poseen escamas, similares a las de los peces por la formas triangular. Estas escamas pueden ser lisas, aquilladas o acanaladas, y por su disposición imbricadas. A veces se presentan como escudetes, de diverso tamaño, con formas muy variadas. En los cocodrilos son verdaderas placas óceas separadas entre sí. Las tortugas presentan unas placas óseas soladas.
La coloración es muy variada, derde brillanter tonalidades hasta colores opacos. Muchas veces depende del medio en que habitan las especies.
Los aparatos sensoriales de los reptiles están muy poco desarrollados. El tacto no es delicado, a causa del grosor de la piel. El olfato prerenta escaso desarrollo, aunque al parecer en el inferior de las fosetas de su boca reside una facultad olfativa notablemente desarrollada, que puede también funcionar como gusto. El oído está también poco desarrollado. La vista tiene escaso alcance.
Su constitución anatómica es bastante diversa del resto de animales superiores. La cabeza presenta el cráneo más o menos aplanado y reducido; las mandíbulas, muy desarrolladas, pueden estar totalmente separadas o soldadas. La columna vertebral se divide en vértebras cervicales, dorsales y lumbares, sacras y caudales, y está totalmente osificada.
Los reptiles se reproducen por huevos y la cópula tiene lugar generalmente en primavera. La incubación es solar.
La distribución de los reptiles no es uniforme; solo abundan en la zona tórrida. Pocas especies superan alturas de 2000 metros. Su alimentación es generalmente animál. El tamaño de la víctima está en función de las dimensiones del reptil. La digestión de la presa es muy lenta.


Se les clasifica en 4 grandes órdenes principales: Escamosos, Cocodrilianos, Quelonios, y Rincocéfalos, que se describen a continuación.

ESCAMOSOS:

Este orden abarca un conjunto de formas muy variadas, que exteriormente sólo tienen en común el recubrimiento del cuerpo por escamas y escudetes, imbricadas las primeras y dispuestos en planos poligonales los segundos. Se incluyen en él los siguientes subórdenes: Saurios, Anfisbénidos y Ofidios.

SAURIOS:
La forma más típica es la que presentan los lagartos, con cabeza, cuello, tronco y extremidades, aunque a veces éstas últimas puedan estar ausentes de algunas especies. La cola, si se fragmenta, vuelve a reproducirse. Carecen de voz, pero algunos emiten un silbido.
Su principal sentido es el de la vista y el gusto es superior al de los otros reptiles; son omnívoros, pero preferentemente carnívoros. A continuación se enumeran las más importantes familias y especies.


GECÓNIDOS:
Son lagartos pequeños de cabeza triangular y hocico prominente. Los ojos son grandes e inmóviles, casi siempre de pupila vertical. El geco es mimético y de tonalidades oscuras; es de costumbres nocturnas e inofensivo, habita preferentemente en la India y Australia.
Otras especies son: el nefruro áspero, las numerosas razas de salamanquesas, el toqui o tocai, el gego arborícola y el platidáctilo cubano, también llamado dormilona o peninque.

EUBLEFÁRIDOS:
Son lagartos centroamericanos, norteamericanos y centroafricanos. Las especies de esta familia son muy raras y se sabe que sus extremidades son débiles y tienen dedos cortos, con uñas retráctiles. En México está presente Eublepharis fasciatus.

UROPLÁTIDOS:
Es un reducido grupo de lagartos de Madagascar, con sólo 4 especies. Tienen los dedos planos y membranas interdigitales, con las uñas

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